De ningún modo tenemos una objeción sobre esta valiosa política educacional que ha significado el goce efectivo del derecho a la educación superior para miles de estudiantes, sin importar su origen socioeconómico. Como rectores de universidades públicas, estamos comprometidos con la justicia educativa y con todas aquellas acciones que permitan disminuir las brechas de desigualdad que porfiadamente permanecen en distintas dimensiones de nuestra sociedad. Esto no significa adherir de manera acrítica a la gratuidad, sino que ponderar sus efectos con seriedad y visión país.
Nos permitimos aclarar el real sentido de nuestras respuestas, pues en el artículo se observa un juicio absoluto sobre la gratuidad que no representa las reales implicancias de esta política en nuestras universidades.
Opinión Rector (s) UFRO sobre gratuidad a 10 años de su entrada en vigencia
En atención a la consulta realizada por periodista del Diario El Mercurio el miércoles 30 abril, sobre la gratuidad y cómo la política ha afectado a las universidades, a casi 10 años de su entrada en vigencia, se detalla a continuación respuesta enviada por el Rector (s) Dr. Juan Manuel Fierro Bustos.
El sistema de Gratuidad a nivel de Educación Superior ha significado una relevante decisión de política nacional en el orden de brindar oportunidades de desarrollo para un importante porcentaje de la población joven del país que busca formarse profesionalmente. En ese orden, lo positivo ha sido la posibilidad de brindar igualdad de oportunidades en la formación, respondiendo también a una política de mayor equidad social. Como todo proceso, es perfectible, y hay que entenderlo en su aplicación de acuerdo a la realidad socioeconómica y cultural que tiene el país.
En el caso de la Universidad de La Frontera, ubicada en una de las regiones más pobres de Chile (La Araucanía), la gratuidad ha significado dar oportunidad de formación a jóvenes provenientes de los percentiles más bajos de la población, otorgando la posibilidad de formarse en una universidad reconocida por su calidad. La gratuidad posibilita que, de acuerdo a nuestra realidad socioeconómica de las poblaciones que actualmente ingresan a nuestra universidad, brindar una oportunidad real de formación que sin gratuidad no tendríamos cómo poder sustentarla.
De nuestra comunidad estudiantil, casi un 61% está accediendo a la gratuidad. Hay un bajo porcentaje de estudiantes que paga directamente y otro lo hace a través de becas o créditos. Por lo tanto, la gratuidad ha sido para nosotros una posibilidad de financiamiento del sistema.
Hay que considerar que la política que está en proceso de discusión, especialmente que busca la eliminación del CAE, cuestión que nos parece altamente razonable y pertinente, también garantiza que el sistema de gratuidad se mantenga por lo menos a nivel de los decibles que están en este momento comprometidos. Y también la posibilidad de otorgar un soporte de financiamiento a las universidades, a la educación superior chilena, especialmente aquellas que están ubicadas en zonas más extremas y regionales, como la nuestra.
ARANCELES
De cara al futuro, los aranceles deben fortalecerse para corresponder de manera mucho más adecuada a las realidades del país, y en especial a las exigencias de las regiones. Nosotros hemos mantenido aranceles internos muy bajos en relación al promedio. Con estos aranceles, que han sido incluso más bajos que los regulados, hemos podido formar generaciones de estudiantes de muy buena inserción laboral y desarrollo profesional y humano, así como generar aportes significativos en la creación de conocimiento y en la vinculación con nuestro territorio, alcanzando indicadores que nos sitúan dentro de las universidades de excelencia del país.
Dr. Juan Manuel Fierro Bustos
Rector (s) Universidad de La Frontera
30 de abril de 2025