Catalina Pozas Saldivia, estudiante de primer año de la carrera de Periodismo de la Universidad de La Frontera se ha posicionado como una de las grandes promesas de Paranatación. La joven de 20 años oriunda de Coyhaique, se alzó con la medalla de oro en los Juegos Deportivos Nacionales y Paranacionales, en las pruebas de 50 metros libres y 50 metros espalda, consolidándose en la cima de su disciplina.
Desde temprana edad, Catalina ha enfrentado retos que muchos considerarían insuperables. Nació con una malformación congénita que afecta sus cuatro extremidades y desde los dos meses ha sido atendida en la Teletón. A los nueve años comenzó a nadar, alentada por un profesor de deporte adaptado. “Creo que lo que más me motiva a seguir adelante es ver el esfuerzo tanto mío como de mi familia y ver que cada vez me voy superando a mí misma. Yo comencé a amar la natación por ese sentimiento tan emocionante de competir”, afirma Catalina, que ha representado a Chile y a la región de La Araucanía en competencias nacionales e internacionales.
Con tan solo 17 años, Catalina ya había ganado su primera medalla en los Juegos Nacionales, y desde entonces su carrera deportiva ha continuado en ascenso. Ahora, en su primer año de periodismo en la Universidad de La Frontera (UFRO), sigue entrenando bajo el programa Promesas Chile, buscando mejorar aún más su rendimiento y cumplir su sueño de formar parte de la selección nacional de natación.
Vivir en Temuco lejos de su familia no ha sido fácil, pero Catalina ha encontrado la manera de equilibrar sus estudios con el deporte: “Básicamente voy a entrenar al Campo Deportivo Ñielol cuando no tengo clases en las mañanas o en las tardes después de clase. Cuando estoy a dos semanas de una competencia importante, los profes me dan la facilidad para poder llegar un poco más tarde a las clases”. Aunque la logística es compleja, la silla de ruedas eléctrica que utiliza le ha permitido ganar independencia. “Claramente por temas de movilidad es un poco complicado y es un poco más tardío, pero cada vez voy acostumbrándome más”, comparte Catalina.
NATACIÓN Y PERIODISMO
Catalina también tiene un sueño claro en el ámbito profesional: visibilizar el deporte paralímpico a través del periodismo. “Yo decidí estudiar periodismo por el deporte, ya que no quería dejarlo de lado y quería congeniar también con una carrera y el deporte a la vez. Me gustaría mucho ser periodista deportiva, pero específicamente en el deporte paralímpico, ya que creo que falta ese espacio por llenar”, asegura. “Faltan periodistas que tengan el conocimiento, que hayan vivido la experiencia en el mundo del deporte paralímpico. Me emociona mucho que se esté hablando más del deporte paralímpico y que se pueda igualar un poco al deporte convencional”.
Para Catalina, la natación no es solo una disciplina, sino una fuente de independencia, crecimiento y bienestar: “El deporte para las personas con discapacidad es un muy buen estímulo para nuestra independencia, nuestro bienestar tanto mental como emocional, y también como rehabilitación. Me gustaría visibilizar aún más el deporte paralímpico en los medios de comunicación”, asegura.
Catalina es un ejemplo de superación y motivación, demostrando que, con determinación, es posible alcanzar grandes metas.
